Me quede sin mis veintes.

Coco
3 min readNov 15, 2017

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Espero que el dolorcito de saber que una década de mi vida se fue, sólo me dure hoy; saber ya no va a regresar, no hasta que Dios decida rejuvenecer mi piel, es un trago dulce-amargo que sabe a café quemado, que se pasó de tueste, y que ni con azúcar lo mejoras, mejor dicho ni con Stevia orgánica.

Mis fabulosos no tan fabulosos 20's pasaron, y bueno qué turbulento periodo, tratando de vivir muy rápido, vivir todo, hoy por hoy la vida se empieza a ver lenta y lógica, me tomo el tiempo de tomar decisiones bien pensadas y analizarlas, platico con Jehová y le cuento mis planes y seguro me observa y sonríe, pero… un momento ¿cuando y porque me volví en esta persona, en que minuto dejé de arruinarlo? Desconozco el minuto exacto pero definitivamente fue una receta de malas decisiones, mezclada con azotones, acitronada con gente viviendo igual de rápido que yo, decepciones, ungüento contra los raspones y un Dios maravilloso que con mucha paciencia se dedicó a arreglarme cuando más rota estaba; 10 años tuvieron que pasar para convertir la tontedad en “dulzura, felicidad y satisfacción”.

Me dicen «pero sí estás muy jovencita, vieja yo» pero eso es una mentira piadosa para una chica en sus veintes soy un adulto, más bien, soy una señora y lo creo pero me aterra saber que tengo que actuar como tal, por ejemplo, me agobia escuchar Taylor Swift con el volumen alto aunque me sepa las canciones porque eso es lo que hacen las chavitas! Ven como sí soy una doña, odio que me hagan sentir como si no lo fuera; no tengo gatos ni perros mucho menos hijos, ese es otro tema para otra botella de vino, pero manejo una camioneta ‘por eso de las inundaciones’ dice mi esposo y una bicicleta Windsor, porque hay que conservar el glamour hasta cuando uno anda en bici y como soy toda un millennial en su esplendor tengo que amar al mundo que me rodea, por lo tanto, reciclo, no como carne, y soy intolerante a la lactosa, me auto proclamé corredora, me mantengo alejada del sodio porque tener el colesterol alto es peligroso, entre un millón de excentricidades que me han salido con la edad; Aunque con la edad también hay sus beneficios tampoco todo es drama, por citar algunos, con los años y no con una Escuela aprendí a distinguir un buen vino y buen café, ya hasta aprendí a cocinar sin usar receta, y se como controlar mis gastos y mis viajes, trabajar 5 días a la semana ahora suena a un mal chiste, ya empece a hablar como mi mamá, entiendo a mi papá y viajo con mi suegra. Que emoción será llegar a los 70 sabiendo más de la vida, como todo un sensai de la edad, que participa casi de cualquier tema de conversación.

La verdad si por mí fuera ya me hubiera convertido en toda una anciana bebiendo té a las 8 de la noche metida en su camita pero mi esposo que tiene a penas 30 igual que yo, no le sufre tanto, sabe mezclar con peculiar elegancia la sensatez con la juventud, y estilo, él me mantiene actualizada con el mundo que me rodea, y con la tecnología, sobre todo con esta última. Si no fuera por él, seguro ya habría perdido los cabales y tendría a todas las ardillas con las que converso de vez en cuando viviendo en mi casa y en lugar de ser la señora de Los Gatos, sería la vieja loca de las ardillas.

No está tannnnn malo cumplir treinta, por eso dije al principio dolorcito, que sabe como a Tamarindo, agridulce. Cuando piense en este día mi mente regresará a este lugar, esta mañana; «abro los ojos ¡ay no! hoy es 14 pero no tengo tiempo de hacer drama, tenemos que salir de la casa a las 7.45am, hay que preparar el desayuno y ya no hay café, eso sí que es una tragedia y ¿donde está mi Biblia en un idioma que no tiene ni pies ni cabeza para mi? Está en mi escritorio ya la encontré, buscó el bloqueador solar, me veo en el espejo y ésa arruga cada vez se nota más, ni modo, empiezo a maquillarme mientras Siri lee mis mensajes y mi correo y ahí están para recordarme que hoy es mi cumpleaños, lo único que falta es un suéter porque se siente frío en Nueva Orleans. Ya estoy lista».

Arrancamos el auto, el amanecer pinta soberbio naranja y amarillo, estamos en camino para hacer lo que me tomo 30 años aprender a amar.

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